viernes, diciembre 30, 2005

País rasca II


Hace un tiempo que escribí que una parte de nuestro país es rasca y no me refería a las personas de bajos recursos o escaso nivel de educación, sino a aquellos que no comparten el sueño común de una país civilizado. Volvieron y volvieron con sus costumbres de destruir, herir y dañar cualquier cosa que no vaya con sus ideales.. Pero lo que más me molesta es que utilizan como excusa la pasión hacia un equipo para dañar terceros que nadie tienen que ver con su “fanatismo ordinario”.
Iberia y Curico se enfrentaban en un partido de los play off de la tercera división, cosa que pasó seguro a segundo plano gracia los inadaptados de siempre. Aquellos que viven una “pasión más que sentimiento”. “Ordinarios” que consideran que dejar inconsciente de un piedrazo a un guardalínea, romper vidrios de casas, apeadrar buses, disparar a la suerte de quién le llegué, es la forma de expresar la “pasión por su equipo”.
Este bloque de la sociedad es “esponja” como he planteado antes, imitan sus pares argentino en los cánticos, lienzos, bombas de humo y ruido, entre otras. Pero además los imitan en la violencia desmedida y después arrancan impunemente en la turba. Qué han hechos la autoridades de los clubes por esto?. Nada real creo. O los dirigentes de los clubes van responder por los daños a la propiedad de terceros?. El Viejito Pascuero pasa en Diciembre. Seguramente ambas dirigencias se van a escudar en que sus correspondientes barras fueron provocadas. La misma excusa que utilizan sus pares de primera. “De quién es la culpa del chancho que va al estadio o del dueño que lo deja entrar”.
Se les aplicara la publicitada ley de “violencia en los estadios”, se suspenderá el reducto Ibieriano, o simplemente el tiempo pasara y los afectados tendrán que gastar sus dinero para reparar sus bienes dañados a espera que alguien se manifieste.
Otra vez más de lo mismo, otra vez se demuestra que una parte de la “sociedad es rasca pero ampliada en esta ocasión”.

Sueños Compartidos


“La realización de los sueños compartidos son
responsabilidad de todos ya que son nuestros”.
Yo.

Sueños compartidos, sueños compartidos?. Qué son sueños compartidos?. Son cosas que un grupo de personas desean alcanzar o pretenden realizar, por lo tanto, desde esta visión son cosas comunes que pueden variar dependiendo del grupo de personas que los deseen..
Tenemos sueños comunes los chilenos?. Yo creo que sí. A todos nos interesa la salud, la educación de nuestros hijos, la seguridad social entre otros. Son sueños nacionales, es decir sueños compartidos, superiores a las tendencias políticas y los niveles sociales.
Pero como los alcanzaremos?. Primero creo que debemos determinar que queremos como país. Para esto hay que determinar qué quieren las regiones, ya que las necesidades son distintas en distintas partes, pero el cúmulo de estos generaran el gran deseo nacional. Respetar lo sueños regionales es muy importante ya que las necesidades cercanas de las personas son las que más las agobian y requieren primera prioridad. Sino se atiende las necesidades cercanas de las personas lo más probable es que la confianza en las autoridades que toman decisiones no exista. Autoridades con capacidad de decisión y ejecución cercano a los problemas de las personas deberían generar soluciones mas rápidas y con un alto grado de satisfacción al conocer el entorno.
Segundo, determinar los caminos que utilizaremos para llegar éstos respetando las creencias, las tradiciones y las capacidades de las personas. Utilizar todos los recursos con que constamos, escuchemos desde el genio hasta la persona mas humilde, todos saben de algo que no manejamos. “Las aulas entregan conocimientos pero el popular está en las personas”.

Identidad


“Hay que hacer una revolución a la chilena”
Salvador Allende.

Somos un país esponja y no refiero al mono de la televisión, sino a nuestra extraña y eficaz capacidad de aceptar conocimientos creados por otros para otros que no tienen ninguna similitud con nuestra identidad y valores nacionales como válidos e incuestionables. Es tal la situación que cualquier idea que esté rotulada “made EEUU” o nos huela a Unión Europea es validada “in fact”.
Después de vivir cerca de un año en Nueva Zelanda y crear lazos afectivos con gente de otras nacionalidades me dí cuenta que me globalice. Podía conversar con amigos de música -traté de inmortalizar a Eltohn John con un par de wiskys en un karaoke de Welligton-. Mirábamos los jeans Robert Lewis, soñamos alguna vez con un Ferrari Testaroza rojo, disfrutamos de las Olimpiadas y hablábamos de los reallity. Fue tal el grado de similitud que mí hermano “falling in love” a Caroline, su pareja neocelandesa y pronto traerán al mundo a la primera Ibieta nacida por esos lados, saliendo a clubes y ayudándola con sus tareas de español.
Sin embargo, dentro del grupo habían dos japoneses Kaza y Mazu. Siempre me llamaron la atención y me acerque a ellos en el instituto donde íbamos a clases de inglés gratis –hubo que trabajar y duro para pagar los gastos en NZ, una ayuda por parte del gobierno no era mala idea-. Su país siempre me ha llamado la atención por la peculiar forma de gobierno que tuvieron, imagínense que la declaración de rendición en la Segunda Guerra Mundial del Emperador fue la primera vez que muchos de ellos lo vieron, raro. Ahora “nuestros emperadores parlamentarios” están más visibles así que aproveche de verlos en vivo y en directo.
Aunque no fue a hasta que un día me invitaron al “loft” que compartían que me di cuenta de su respeto por las tradiciones. En realidad mí primera vez fue un fiasco: llegué tarde alrededor de cinco minutos. Entré al dpto con zapatos, me pidieron que me los sacara y los dejara al lado de la puerta. A Mazami y Chika, dos chicas invitadas las salude de beso y además les tire el típico piropo chileno, mal de entrada y me lo hicieron sentir. Aunque compartíamos el gusto por la música pop de moda, bebíamos animadamente cerveza o vino y salíamos a bailar a los clubes de Courtney Place, ellos no transaron con sus tradiciones y valores.
Ellos si que eran “innovadores”, sin darme cuenta se acomodaban a mí estilo sin perder nada de su identidad. Respetaban su pasado y el mío. Dentro de su “ pequeña embajada” mantenía viva sus costumbres sin desconocer que todos éramos inmigrantes. Aprendieron de los “newzelanders” , sin duda, pero no adoptaron las “verdades” que violaban sus costumbres, si incluso Kaza sacó un MBA en Australia. Pero siempre son japoneses.
Aprendí a hablar algo de inglés, llegó a la hora a cualquier parte, respeto más a las personas y me convencí que la única forma de llegar a ser desarrollados es tirando todos para el mismo lado. Pero para hacerlo debemos llevar esas “verdades foráneas”a nuestro “mismo lado”, a nuestro ser, al ser de los chilenos, a nuestra identidad.